martes, 16 de diciembre de 2008

Alimentos...calientes o frios?


Segun una nota publicada en el diario ABC español, la sensación de saciedad depende de la distensión gástrica que producen los alimentos, de la sensación de calor cuando éstos están calientes y de la incorporación al hígado de proteínas, lípidos e hidratos de carbono que llegan desde el intestino a través de la sangre.
Este órgano, a su vez, hace que se liberen sustancias que son interpretadas a nivel del sistema nervioso central como de saciedad y bienestar. Cuando estos tres factores actúan a la vez (la distensión del estómago, el calor y la incorporación de sustancias nutrientes), se produce la máxima sensación de bienestar y saciedad a nivel cerebral, mientras que con las comidas frías, aunque resulten muy nutrientes, se produce mucho menos esa percepción de plenitud y no dejan tan satisfecho.
Un ejemplo de un alimento que cumple estas propiedades es la leche materna porque está caliente y es nutritiva. En situación opuesta está el agua, que al estar fría y sin poder nutritivo es mucho menos saciante.
A pesar de todo esto, en las tiendas existe -y se venden mejor- más variedad de sustitutivos fríos que calientes. Las razones hay que buscarlas en la comodidad que ofrecen: vienen listos para tomar, con la ventaja de poder llevarlos en el bolso o bolsillo, se pueden comer hasta en la calle o en el metro, no necesitan cubiertos... Los segundos, en cambio, hay que calentarlos y han de tomarse con cuchara.

No hay comentarios: